Texto e imagen de: Asunción Saez Mullor
Torso de la reina faraón Sobekneferu en arenisca roja. Dinastía XII, Reino Medio. Actualmente expuesto en el Museo del Louvre, París.
La reina Sobekneferu ocupó el trono de Egipto como faraón durante un breve periodo de tiempo, siendo la última gobernante de la dinastía XII y del Reino Medio. Según el Canon de Turín gobernó durante tres años, diez meses y veinticuatro días.
La dinastía XII fue un periodo glorioso de más de doscientos años donde imperó la paz y la estabilidad, gobernado por uno de los linajes reales más largos. Sin embargo, el breve reinado de Sobekneferu vive un clima político desestabilizado, y la dinastía XIII que le siguió desembocó en los desórdenes del Segundo Periodo Intermedio.
Era hija del rey Amenemhat III, y hermana de Amenemhat IV, se cree que como princesa real estuvo casada con este último. Posiblemente, al morir Amenemhat IV sin un sucesor varón al trono, Sobekneferu tomó las riendas del país y de la corona, convirtiéndose en faraón. La reina se cree que desempeñó de forma ejemplar su papel de gobernante, por lo que ha quedado constancia de ella como Horus femenino en las listas reales. Algunas de sus estatuas recuperadas en Tell el-Daba, en el delta del Nilo, la muestran vestida como mujer, y a diferencia de Hatshepsut, no tuvo intención de que se la representara simbólicamente como un hombre.
El final de Sobekneferu no está claro, pero se cree que murió de forma natural mientras gobernaba Egipto. Posiblemente fue enterrada en una de las dos pirámides en ruinas de Mazghuna, muy cerca de las demás pirámides de la dinastía XII.